Microtraumas. ¿por qué son tan importantes?
La mayoría de los pacientes que visita nuestras consultas se debe a la presencia de algún tipo de dolor; en diferentes partes del cuerpo, de tipo agudo o crónico, de mayor o menor intensidad, y causados por diferentes circustancias.
Cuando hablo de las causas que motivaron la presencia de dolor u otros síntomas, muchos se sorprenden al escuchar que la mayoría de los pacientes acuden por sufrir microtraumas en lugar de traumas.
¿Que es un trauma?

Empecemos por lo más fácil y conocido; un trauma es un golpe, caída o impacto de manera directa o indirecta que genera una lesión de distinta gravedad en la zona afectada. En la foto del levantador de pesas, es fácil reconocer el trauma en ese accidente, sufriendo un grave impacto en su columna cervical; y que lógicamente, no habrá sido la única parte de su cuerpo que sufrió ante ese accidente. Cuando ese deportista acudió a la consulta por su trauma, no cabe duda que habrá podido describir lo que sucedió y por qué presentaba dolor cervical, entre otras cosas. Aquel paciente que sufrió un trauma lo sabe, (salvo que haya perdido el conocimiento) y lo puede describir en la consulta. Tienen la suficiente intensidad como para que el paciente lo sienta en el mismo momento que se produce y que lo recuerde al llegar a la consulta.
¿Que es un microtrauma?

Por otro lado, aquellos pacientes expuestos a microtraumas, en general no lo saben. Microtraumas son aquellas posiciones inadecuadas, movimientos mal ejecutados (pueden ser deportivos, laborales o de la vida cotidiana) o movimientos realizados correctamente y repetidos una cantidad excesiva de veces. Entonces, en el ejemplo de la foto, es muy posible que ese paciente acuda a la consulta por dolor cervical o cefaleas, y que no sepa que se debe a la mala costumbre de hablar por teléfono sosteniéndolo con su hombro para poder tener ambas manos libres y así seguir trabajando mientras contesta una llamada.
Los microtraumas son sumamente agresivos para nuestro cuerpo precisamente porque no los identificamos; y no los identificamos porque no son lo suficientemente agresivos en cuanto a intensidad como para generar síntomas en el mismo momento que se producen. Tienen un efecto acumulativo y ciertamente producirán síntomas en algún momento si se repiten lo suficiente.
Es por este motivo que en la primera consulta pregunto acerca de a que se dedican laboralmente, cuantas horas al día pasan sentados, en que posición se sientan al trabajar, en que posición duermen, que deporte o actividad física realizan. Todas estas actividades tienen la posibilidad de hacerse incorrectamente y de a poco ir generando alteraciones posturales o lesiones que en el día a día casi nadie percibe.
Personalmente soy insistente con mis pacientes acerca de adoptar adecuadas posiciones al trabajar y al realizar los movimientos que hagan en forma repetitiva. De nada serviría hacer tratamientos para resolver síntomas sin identificar y tratar la causa que los generó, porque de esa forma el problema reaparecerá en poco tiempo.
En otras palabras, los microtraumas son un enemigo invisible (para la mayoría) que generan lesiones poco a poco hasta que aparecen los síntomas, lo más común es el dolor. A tal punto pasan desapercibidos para muchos pacientes, que varias veces me ha pasado de explicarle a un paciente que sus síntomas se debían a las inadecuadas posiciones de sentado durante tantas horas al día (por meses y años) y que me digan: «no puede ser, siempre me he sentado así…». Y es por eso que te duele ahora!. Es un microtrauma, no generará síntomas inmediatamente.
Tenemos una ventaja sobre los microtraumas
La ventaja que tenemos con los microtraumas, es que al saber de ellos, podemos hacer prevención y evitar que terminen con la aparición de síntomas. Es posible mejorar las posiciones en el puesto de trabajo, hacer las pausas necesarias para no terminar el día laboral doloridos o corregir los movimientos que se realizan inadecuadamente. Con los traumas, muchas veces no tenemos la posibilidad de prevenirlos.
Mi recomendación es cuidarse en aquellas posiciones que se mantienen durante muchas horas todos los días y en las actividades que se repiten con mucha frecuencia. Ambas deben realizarse de manera correcta para evitar problemas futuros.