contracturas musculares

Contracturas musculares: como resolverlas.

Si sufres de contracturas musculares frecuentes, estarás cansado de ellas y seguramente te gustaría eliminarlas para siempre, o al menos por un buen tiempo. Veremos como el enfoque de la osteopatía te puede ayudar.

Estaremos hablando de las contracturas musculares no generadas por una actividad física recientemente realizada. Hablaremos de aquellas contracturas que aparecen sin saber por qué, hasta ahora.

Muchos pacientes acuden a mi consulta de osteopatía por sufrir determinadas contracturas musculares durante largos períodos de tiempo, no habiendo encontrado soluciones efectivas en tratamientos previos.

¿Qué tienes que saber de las contracturas musculares?

Lo primero que les explico a mis pacientes es que los músculos no son estructuras inteligentes; solo cumplen órdenes. Así como lo oyes, obedecen al sistema nervioso que es quien regula su actividad.

Si el sistema nervioso envía la orden a un músculo de contraerse, este lo hará, y cuando le ordene relajarse también lo hará.

«Un músculo no es inteligente, una contractura sí».

Una contractura es la respuesta del cuerpo para compensar distintos problemas.

¿Por qué aparecen y permanecen las contracturas musculares?

Cuando una contractura muscular aparece, y se mantiene en el tiempo, se debe a varias razones:

  • intenta proteger alguna estructura (órganos, nervios, vasos, discos intervertebrales etc).
  • compensa una alteración postural.
  • evita los movimientos de alguna zona en la que moverse o moverse en exceso podría ser perjudicial.

Algunos ejemplos: si alguien presenta una lesión de un disco intervertebral con mucho dolor y encuentra alivio al inclinar su tronco hacia la derecha, seguramente mantendrá esa posición. Para ello necesita mantener contraídos ciertos músculos que luego de un tiempo comenzaran a doler. Si alguien pretende aliviar el dolor de estos músculos que están activados en exceso haciendo un tratamiento local, solo logrará un alivio momentáneo. Ya que al retomar los movimientos, se volverán a activar esos músculos para mantener la posición que lo protegen de sus dolores a causa de los discos dañados.

Otro ejemplo: si alguien tiene un hombro inestable, sus músculos mantendrán una contracción casi permanente durante los movimientos para intentar proteger a esa articulación de movimientos excesivos que la dañen aún más. Si alguien pretende aliviar las molestias ocasionadas por esa contracción muscular sostenida, lo conseguirá solo hasta que el paciente vuelva a moverse. En ese momento su sistema nervioso le ordenará a esos músculos volver a contraerse para proteger esa articulación. Y los músculos, obviamente, lo harán.

Sabiendo que la contractura muscular es la respuesta del cuerpo para compensar un problema, es fácil darse cuenta que si la propuesta de tratamiento es solamente tratar esa contractura, el problema no estará resuelto, y que la contractura muscular reaparecerá rápidamente.

Haciendo eso, solo sentirá un alivio provisorio hasta que el sistema nervioso se dé cuenta que ese músculo o grupo muscular no está cumpliendo con la tarea asignada y envíe la orden nuevamente de contraerse para cumplir con su objetivo.

Cuál es la solución?

Desde la osteopatía el objetivo es siempre buscar y tratar la causa de los síntomas. Esa es la única manera de resolver la presencia de un síntoma sin que se repita una y otra vez.

A partir de la evaluación inicial podemos determinar cual es el problema que genera los síntomas por los que consulta cada paciente, y así plantear el tratamiento adecuado para resolverlo.

Como siempre explico, tratar un síntoma sin atender su causa es como tener un agujero en un bote y ocuparse de sacar el agua que entra en lugar de arreglar el agujero…

«La solución siempre es resolver la causa».